La compra de Zenimax Media (y por ende Bethesda) superó hace poco el último trámite que le faltaba, la aprobación de la comisión anti-monopolio de la Unión Europea. Esto vuelve a poner ahora bajo el manto de Microsoft a (casi) todos los padres originales de la franquicia Fallout. Aprovechando este hecho hemos querido traeros este especial sobre la primera entrega de la saga. Pero antes ¿Quiénes son estos «padres» de Fallout de los que hablamos?
Para quien no lo sepa, Fallout, la ahora conocidísima franquicia de Bethesda, fue creada originalmente, por Brian Fargo. El fundador de inXile Entertainment que actualmente trabajan en Wasteland, luego volveremos también sobre este otro título. Por otro lado, las 2 primeras entregas fueron desarrolladas por Black Isle, cuyos ex-trabajadores, fundaron Obsidian Entertainment. Los que además han desarrollado la que para muchos es la mejor entrega 3D de la saga, Fallout New Vegas.
De una secuela a una no tan nueva IP
La gestación del Fallout original no fue fácil. Brian Fargo en un primer momento, no quería crear una nueva franquicia, al contrario, la intención era hacer una secuela de una de sus primeras obras Wasteland ¿os habíais fijado en lo mucho que se parecían estos 2 universos? Sin embargo, el videojuego original de Wasteland fue distribuido por Electronic Arts, quedándose con los derechos. Según los rumores en EA no estaban por la labor, ni de ayudar a sacar una secuela de un juego que creía que no iba a funcionar en ventas, ni por otra parte desprenderse la licencia.
Aún a pesar de la negativa de EA, Brian Fargo y Black Isle no abandonaron la idea, sino que decidieron, partiendo de la misma base, crear un nuevo videojuego. Este nuevo juego, a pesar de contar con claros parecidos a Wasteland, tuvo la suficiente personalidad para destacar allá por finales de 1997.
War, War never changes
Aún recuerdo como si fuera ayer, aquella primera vez jugando en mi Pentium 166. Un amigo me lo prestó diciéndome que “podría ir a donde quisiera, hablar con quien quisiera y matar a quien quisiera” y claro en aquella época, para una mente joven e impresionable como la mía, eso era decir muchísimo.
Desde 1997 hasta hoy todas las entregas de la saga han abierto con aquel ya mítico “la guerra, la guerra nunca cambia…” pero aún tiemblo de emoción al recordar aquella primera vez que lo vi. Aquel no era un juego cualquiera, no era el típico juego familiar al que estaba acostumbrado por entonces, ni un juego de acción vacío donde acabar con todos tus enemigos sin más. Aquel era un juego adulto, y un juego con una historia profunda.
You are S.P.E.C.I.A.L.
El Fallout (polvo radiactivo en español) original se ambienta en Sur de California (EEUU) en el año 2161. En un futuro post-apocalpitico, donde el planeta ha sido devastado tras una guerra nuclear que enfrentó a China y EEUU, para conseguir las últimas reservas de combustibles fósiles, ¿a alguien más le recuerda un poco a Mad Max?. No es casualidad, ya que es otra de las fuentes de inspiración reconocidas por los creadores, tanto para el diseño de personajes, como para la creación de uno los personajes míticos de la saga, nuestro querido perro Albóndiga.
En el aún hoy exclusivo de PC, lo primero que debíamos hacer como buen juego de ROL, era crear nuestro propio personaje. Para ello el juego nos presenta una detalladísima pantalla de atributos, habilidades, características… al más puro estilo de Dungeons & Dragons. Dentro de la creación de personajes el apartado más original, y que más ha trascendido con los años han sido sin duda el S.P.E.C.I.A.L.
A través de 7 características cada una identificada por su inicial, S(Strength), P(Perception), E(Endurance), C(Charisma), I(Inteligence), A(Agility), L(Luck) podíamos esbozar nuestro personaje de una manera más fácil y rápida que con los clásicos juegos de lápiz y papel y así dirigirnos rápidamente a la aventura.
Un apartado técnico peculiar
Aún con sus aciertos no deja de ser un juego de su época, y los años no han pasado en balde por él. Su vista cenital fue compartida por otros tantos clásicos de rol de entonces como Diablo, Baldur’s Gate, Neverwinter Nights… pero para aquel que se acerque ahora a la saga está claro que es un gran lastre. Por otra la presentación de sus diálogos con un menú claro y cargado de opciones, muy parecido a lo visto ahora en The Outer Worlds, aún se conserva de maravilla, y nos ayuda a entrar en una historia aún hoy maravillosa.
Por su parte, el combate, lento y táctico nos planteará un pequeño reto ya desde las ratas que nos encontramos en la primera cueva del juego. Donde contamos con un número limitado de puntos de acción para movernos, atacar, o incluso acceder a nuestro inventario. Algo que un análisis actual sin duda penalizaría.
Un éxito a medias
Cuando finalmente el juego salió al mercado la recepción fue muy buena, sobre todo por parte de la crítica con notas sobresalientes, aunque no tanto por el público. Y es que, apenas superó el medio millón de unidades vendidas en todo el mundo. Muy lejos de los más de 3 millones de Final Fantasy 7 o Pokemon aquel mismo año. Sin embargo, fueron suficientes para dar cabida a una secuela apenas 1 año después.
Y lo demás ya todos los sabemos, Bethesda cogió la IP y la catapultó a un nuevo nivel de popularidad acercándola al gran público aumentando la acción y cambiando la vista a primera persona. Todo ello para después convertirla en un meme viviente con uno de los juegos online más polémicos que se recuerdan con Fallout 76. Un largo camino, hasta que llegar al momento actual en que todos vuelven a estar juntos bajo el enorme paraguas que es Xbox Game Studios. ¿Y en el futuro? De momento en Game Pass ya podemos jugar a las últimas 3 entregas de la saga, y seguro que muchos y muy buenos juegos más vendrán y aquí estaremos en AreaXbox para comentároslos todos.
Acerca del autor
Con alma de Seguero no puedo evitar jugar a todo aquello que tenga zombies, supervivencia o ciencia ficción. Nunca salgo de casa sin mi toalla.
